Muchas empresas se preguntan si vender o intercambiar las carretillas usadas porque no saben cuál es la mejor opción. En este espacio, te daremos la respuesta.
Cuando se trata del trabajo en un almacén, sobre todo si nos referimos a un almacén no muy pequeño y no digamos ya si tiene unas dimensiones considerables, es necesario dotarlo de una determinada maquinaria imprescindible para rentabilizarlo tanto a nivel de espacio y colocación como al facilitarle su labor a los operarios.
Una de estas máquinas sin las que el trabajo en un almacén sería inviable son las carretillas elevadoras, también denominadas montacargas o toros.
Esta maquinaria diseñada para las labores de carga y descarga, facilita el almacenaje, la colocación en altura y el transporte de mercancía de un lugar a otro.
Se trata de un vehículo con contrapeso en su parte de atrás para equilibrar la carga y que transporta la mercancía en su parte delantera en lo que se denomina horquilla o uñas.
Normalmente la carga en la horquilla se apila sobre palés.
Existen diferentes tipos de carretillas elevadoras dependiendo de características tales como su capacidad de carga, su sistema de elevación y su alcance o altura de elevación o el tipo de motor, entre otras.
Si su empresa tiene uno o varios almacenes seguro que cuenta con uno o varios tipos de elevadoras adaptadas al lugar y las condiciones donde se desarrolla el trabajo.
Puede suceder que su empresa esté en estos momentos barajando la posibilidad de comprar una nueva y vender la usada.
La decisión de vender su carretilla elevadora puede estar motivada por diversas razones.
Causas para considerar la venta de una carretilla elevadora.
Son muchos los factores que pueden influir a la hora de tomar la decisión de desprenderse del montacargas.
Estos son algunos de ellos:
Cambios en la producción
Los cambios en determinados factores económicos influyen aumentando o disminuyendo la producción.
En ambos casos las empresas pueden verse en la necesidad de tener que vender las carretillas.
Si disminuye la producción tendrán máquinas sin usar ocupando un espacio. Si aumenta, necesitarán aumentar la flota y comprar carretillas más modernas para poder hacer frente al crecimiento de la producción.
Maquinaria obsoleta
Los avances tecnológicos en este tipo de maquinaria también son una realidad.
En algún momento las empresas deberán considerar si es momento de comprar carretillas elevadoras más modernas y deshacerse de las antiguas.
Demasiado uso
Aunque son máquinas bastante duraderas, también tienen un límite.
Normalmente una carretilla elevadora tiene una duración aproximada de entre unas 20.000 a 30.000 horas.
Pasado este tiempo, el mantenimiento puede resultar muy costoso y los recambios de algunas piezas costar más que el valor de la carretilla.
Puntos claves a tener en cuenta antes de comprar una carretilla elevadora.
Antes de lanzarse a comprar una carretilla elevadora, ya sea nueva, de segunda mano, usada o reacondicionada, deberá tener en cuenta las características y necesidades de su empresa para poder así adaptarlas a la máquina.
A continuación enumeramos algunos aspectos generales a tener en cuenta, independientemente de la forma en la que se adquiera la carretilla.
Factores generales a tener en cuenta antes de comprar.
1. El trabajo que va a realizar la carretilla
Es clave saber qué tipo de trabajo va a desempeñar la carretilla y dónde para elegir la que mejor se adapte a esas circunstancias.
Aspectos como la carga que va a transportar, la altura a la que es necesario que suba o las dimensiones por donde va a maniobrar la carretilla determinarán la compra.
2. El espacio donde va a desarrollarse el trabajo
El espacio no solo condiciona las dimensiones que deberá tener la carretilla elevadora sino también el tipo de motor para interior o para exterior.
Para espacios interiores se recomienda la carretilla eléctrica porque no emite gases. Para espacios al exterior pueden usarse las de motor diésel, gasolina o gas propano.
3. Las horas de uso diario que va a tener
Para las carretillas de motor diésel, gasolina o gas propano el número de horas que podrán estar operativas dependerá del repostaje del combustible.
Sin embargo, para las eléctricas sí es necesario afinar más con las horas de uso, porque de eso dependerá la autonomía de la batería.
4. El modelo que mejor se adapte a sus necesidades
Unas carretillas son más adecuadas para unos determinados usos que otras.
Por ejemplo, para mover cargas muy pesadas es mejor una contrapesada, mientras que para alcanzar alturas muy elevadas son más recomendables las retráctiles.
Factores a tener en cuenta si se compran carretillas usadas
Cuando se trata de comprar montacargas usados, a los factores mencionados en el apartado anterior habría que añadirle otros como los que enumeramos a continuación:
1. Conocer el año de fabricación de la carretilla
Saber el año de fabricación de la elevadora proporciona dos tipos de información:
– El tiempo que todavía puede estar operativa.
– La disponibilidad o no de los recambios en caso de avería.
2. Saber las horas de trabajo
Disponer de esta información también nos revelará dos detalles:
– Si el precio que pide el vendedor se ajusta al número de horas que ya tiene la elevadora.
– Si la inversión será rentable o no dependiendo del número de horas que aún le queden por delante.
3. Comprobar que tiene garantía
Cuando se compra una carretilla ya usada es importante que el vendedor certifique que la elevadora ha sido revisada y que su estado es realmente el que ha dicho que es.
Además, y precisamente porque no es nueva, la máquina deberá tener una garantía que cubra por lo menos algún contratiempo durante un tiempo determinado.
¿Cuál es la mejor opción vender o intercambiar las carretillas usadas?
Como sucede con cualquier otro producto, la primera opción para adquirir una carretilla elevadora es mediante la compra de una nueva.
Pero hay otras posibilidades como el alquiler, la compra de segunda mano, la compra de una usada o la compra de una reacondicionada.
En el caso contrario, cuando se trate de vender una carretilla elevadora, las empresas tienen dos opciones:
1. La venta normal
Se trata de vender la elevadora por los mismos canales y de la misma forma que se haría una venta de cualquier otro producto.
Se redacta el anuncio con todas las características, el estado y demás información acerca de la carretilla y, dependiendo de lo que se busque, una venta rápida, llegar al mayor número de posibles compradores, etc, se publica en los medios que se valoren como los más idóneos para conseguir el objetivo deseado.
2. El intercambio
Esta modalidad hace referencia a la compraventa de la elevadora usada por una nueva, es decir, comprando una carretilla nueva en un concesionario o empresa éstos “te compran” la vieja.
Es la misma operación que ocurre en los concesionarios de coches: compras uno nuevo, entregas el viejo y te descuentan el valor en el precio del coche nuevo.
Esta operación es muy ventajosa sobre todo cuando la carretilla no va a poder venderse porque:
– Tenga muchas horas de uso.
– Esté en muy malas condiciones y con importantes desperfectos como asientos rotos, la bocina no funcione, pierda aceite, le falten luces, tenga problemas de motor, etc.
– Sea muy antigua.
El intercambio es una forma de ahorrarse las molestias de poner el anuncio y buscar un comprador cuando además se da por hecho que la venta va a ser prácticamente misión imposible.
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